No hay duda que la mayoría de los hombres ya está planeando ir a estudiar al extranjero y no necesariamente porque tengan las mejores escuelas o tengan un plan de estudios sorprendente sino porque últimamente existen maestras que llevan las clases a un nivel más elevado de lo normal, en pocas palabras tienen relaciones sexuales con sus alumnos.
Conozco a más de un cabrón que aceptaría las propuestas de la institutriz con la finalidad de que pase sus materias con buenas calificaciones y cuando sale a la luz este tipo de sucesos la única culpable es la maestra, como si los alumnos no supieran lo que están haciendo pese a que no sean mayores de edad; nadie les pone una pistola en la cabeza para obligarlos a hacer algo así.
Uno de los casos más sonados fue en Buenos Aires, donde la maestra argentina Lucita Sandoval tuvo relaciones sexuales con uno de sus alumnos de 16 años de edad. Si tuvieron la oportunidad de checar el video, se darán cuenta que no se ve sufriendo el pinche chamaco en ningún momento sino totalmente lo contrario. En algunos países estos actos son un delito muy grave pero a todo esto ¿Quién es el verdadero culpable, la persona que incita o aquella que se deja hacer lo que sea sabiendo los riesgos que puede ocasionar?
Si van a tener algo con sus maestras no anden grabándose en video o después anden de sufridos arrepintiéndose de lo sucedido, lo bailado nadie se los quita y si son menores de edad NUNCA no hagan nada de estas cosas porque es algo muy grave, además tendrían que vérselas con las autoridades porque es una bronca muy grande en la que se están metiendo. Mejor pónganse a estudiar y no anden de pinches calenturientos.