Tal parece que el poder ya se le subió a la cabeza a la gorda de Carmen Salinas pues pese a que no tiene una buena preparación en el ámbito de la política, por el momento no cuenta con ninguna iniciativa para el beneficio de los mexicanos y por si fuera poco se duerme en plena sesión de la Cámara de Diputados. ¿A caso no tuvo suficiente con su actuación en telenovelas, películas, destruir la época de oro del cine mexicano con las cintas de ficheras, además de la conducción de programas tan estúpidos como el de “Hasta en las mejores familias”?

La diputada plurinominal del Partido Revolucionario Institucional se siente intocable y segura de su lugar en la política mexicana por tal motivo miles de personas están exigiendo la renuncia de La Corcholata recaudando firmas para ver si se puede lograr algo. Por su parte Doña Carmen al enterarse de lo sucedido comentó lo siguiente: “Por mí se pueden meter sus firmas por el trasero o por donde más les quepa mijitos, yo estoy respaldad por mi partido, mejor pónganse a trabajar y no estén de envidiosos”, reflejando una burla total para todos los mexicanos.

Es tiempo de hacer algo al respecto para no permitir que ese tipo de personas ocupen una curul donde solamente lo ocupan para beneficio propio y no por el de toda una nación entera. Este tipo de circunstancias verdaderamente es una burla para la política del país y todos los mexicanos; demostrando que ser alguien importante en la farándula es la catapulta para pasar al ámbito político.

Habrá que esperar un milagro para que dichas puedan funcionar aunque sea difícil, la corrupción en la política mexicana está yendo a niveles realmente estratosféricos.  Lo que se necesitan son buenos gobernantes y no actores, deportistas o payasos.