Algo típico entre mujeres, es no estar conformes con, por lo menos, una parte de su cuerpo; ya sea el abdomen, busto, brazos, piernas, cara, pies, manos, o hasta el cabello, pareciera que siempre habrá un detalle que las tendrá inconformes.
Y es que entonces, el estereotipo femenino no ayudaba demasiado a que estas se sintieran mejor, con la manera en que lucían: cero grasa y piel sin imperfecciones, era lo principal para que fueran consideradas bonitas.
En los últimos años, dichos estándares han quedado atrás, es el auge de las modelos plus size y ellas se han encargado de promover la aceptación propia, de armarse tal como es, y como se ve cada persona, el no tener que encajar en un estereotipo, para ser feliz.
Pero también la ideología feminista aportó su granito de arena, porque no solo se trata de una cuestión de talla, sino de más características físicas y otros gustos, que te brindan identidad, que te enriquecen como mujer y como persona.
Irrita ver que en la sociedad aún existan personas que juzgan la apariencia de otras, principalmente de las mujeres; irrita darse cuenta que, a pesar de la época en que vivimos, sigue habiendo discriminación y falta de respeto hacia los demás.
¡Ya basta, cada persona debe ser libre de andar por la vida sin llevar la perfección encima!; claro que no estamos apoyando la cuestión de la obesidad, ni mucho menos, más bien la idea de no juzgar a alguien, por no tener un abdomen plano, cabello perfecto, y otras características.