Bien dicen que de quien no esperas nada, no puede traicionarte; pero he ahí el problema, que siempre esperamos mucho de quienes menos debemos, y tarde que temprano tenemos que caer de la nube, ¿no creen?
¡Por supuesto que no! Quien realmente crea que una relación del tipo que sea (amistad, amor, laboral, etcétera), no puede marchar demasiado bien y está destinada a la traición, es sin duda una de las personas que comete tal acto.
Lo peor de todo esto es que, sí una traición no viene de un enemigo tuyo, porque es eso, alguien en quien no confías ni que crees que será siempre fiel a ti, como amigo o pareja, siempre vendrá de quien menos lo esperas, en quien siempre confiaste ciegamente.
La infidelidad es de los casos más comunes, peor aun cuando se trata de tu novio/a con tu mejor amigo/a; ni se diga cuando es con alguna persona de tu familia, es una gran decepción.
También cuando un amigo (o creías que lo era) opta por caminos contrarios a ser siempre honesto contigo, o un compañero de trabajo que te brinda apoyo y detrás de ti es totalmente diferente.
Es irritante que la sociedad esté perdiendo valores importantes, para una buena convivencia, irrita que la traición sea un acto que no dependa de uno mismo, irrita que en cualquier sentido podamos salir traicionados y no poder hacer nada al respecto o, ¿cómo crees tú que esta situación podría cambiar?
Sin duda alguna, como todo cambio, se debe empezar por uno mismo y, al menos tener la consciencia tranquila, no traicionándonos, ni a nosotros mismos ni a los demás, no traicionando nuestros sueños e ideales.