Hace tiempo la sociedad vivía con la idea de que los hombres eran superiores a las mujeres, que el trato no podía ni debía ser el mismo porque eran diferentes, que la mujer estaba hecha para las labores del hogar y el hombre para encargarse del sustento económico del mismo, wait…, ¿hace tiempo? Entonces, ¿por qué sigue sonando familiar?
¿Por qué siguen criticando que se busque una igualdad, por qué continúan ofendiendo a las mujeres y menospreciándolas, por qué aún duda de sus capacidades para realizar cualquier tipo de trabajo, por qué todavía creen que son mejores planchando, lavando trastes o cocinando? ¡Porqué!
Y esta peculiaridad no es propia de los hombres, también las mujeres pueden poseer esta manera de pensar, tan solo cuando una dice “ella tuvo la culpa, para qué sale así vestida” refiriéndose a una mujer a la que le faltaron el respeto en la calle por usar ropa ajustada.
O qué nos dicen de una mujer que no es capaz de ofrecer el asiento a un hombre que lo necesita más que ella, solo por eso, “porque él es más fuerte y yo soy mujer”. Las condiciones de resistencia a algo, no están determinadas por el sexo de una persona, ¡por favor!
Es irritante que la gente siga teniendo un pensamiento machista, actualmente, que a pesar de la información y todas las campañas de igualdad de género, las mismas mujeres tengan ese trato desigual. Es irritante que no piensen antes de hablar y, peor aún, de actuar.
¿Se han puesto a pensar si su actitud contribuye al machismo? Porque incluso, cuando “lo dicen de broma”, lo están diciendo y eso tiene que terminar lo antes posible.