Si la frase “¡no traes animales!” les suena familiar, seguramente viajan en transporte público, y si los camiones son parte de su medio para llegar a su zona de trabajo, o regresar a su hogar, también les ha tocado gritar o pensar dicha frase.
Y es que no se puede hablar del transporte público, sin pensar en el pésimo servicio que siempre ofrecen y el cual “debemos soportar o irnos en taxi”, porque así de descarada y valemadres, es la gente de este país.
Cuando quieren, los conductores van hechos la mocha e incluso aplicando carreritas entre ellos, importándoles poco la gente a la que están transportando; cuando quieren se detienen, cuando solicitas parada, ya sea para subir o bajar; pero “pus es lo que hay”.
¿No les parece bastante irritante que tengamos que aguantar mal servicio, camiones en mal estado, y hasta groserías o faltas de respeto por los chóferes del transporte público?
Irrita que el gobierno no sea capaz de ponerles un alto cuando van a gran velocidad, pudiendo provocar un accidente (o habiéndolo hecho ya); irrita que puedan detenerse en cada esquina y hacer perder tiempo valioso a los pasajeros, solo porque quieren más pasaje. Irrita que también estén coludidos con los delincuentes, y permitan que asalten a la gente que va a bordo.
Es suficiente, queremos un transporte digno y seguro, no sentir que todo lo malo nos puede pasar al poner un pie en el camión, (desde llegar tarde y que te despidan, hasta chocar o sufrir un asalto con mucha violencia).