Últimamente se han suscitado varios casos de justicieros anónimos, sí, donde ciudadanos comunes y corrientes han decidido hacer justicia por propia mano, golpeando, torturando y hasta matando a supuestos delincuentes; pero ¿será realmente la solución?
Y es que es verdaderamente irritante vivir con miedo de salir, de hacer cosas normales y que en el camino te vayas a topar con un amante de lo ajeno y peor todavía, un violador o secuestrador, lo entendemos perfecto.
E irrita todavía más que, a pesar de denunciar, estos criminales nunca sean capturados o si lo son, a los pocos días ya tenga un pie de vuelta en la calle, y continúen delinquiendo sin importarles nada.
Irrita que debamos traer algo de valor, porque hasta eso les molesta, y hasta muerto podrías resultar, pero no estamos seguros de que golpear hasta matar, colgar o quemar vivos a los delincuentes, sea la opción más viable.
No cabe duda que ser víctima de la delincuencia irrita, da coraje y mucho, que te despojen de las pocas pertenencias de las que has podido hacerte, con el poco sueldo que ganas, sin embargo, no olviden que la violencia genera violencia.
Más bien debemos ser más estrictos con el cuerpo policial y el gobierno, para que nos brinden la seguridad que deben, y no se tenga que llegar a este tipo de situaciones, que bastante irritante ya es la injusticia y la violencia en este país, como para incrementarla.