¿Les ha pasado alguna vez que fueran las próximas votaciones de su estado o del país, y que no supieran por quién votar? Seguramente, pero ¿les ha pasado que no saben a quién elegir porque todos los candidatos tienen propuestas realmente buenas? ¡Obvio sabemos que no!
Quizá hayan soñado o imaginado que algo así pasa en México, o que llega alguien que sí quiere luchar porque tengamos un mejor país, y que todos votamos por esa persona, y gana y gobierna y todo es mejor porque ¡realmente existe la democracia!
A lo mejor no tenemos el concepto claro sobre la democracia, y por eso no comprendemos por qué las cosas no avanzan bien en el país, cada que hay elecciones, ¿no? Bueno, democracia es el sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes… ¡Achis, achis, los mariachis! Sí estamos bien, o al menos es lo que creemos que hacemos, más bien deberíamos mostrarle este concepto a nuestro sistema político.
¿O cómo demonios es que siempre gana aquel candidato que el pueblo detesta?, ¿o de plano sí estamos muy mal y votamos por el peor de todos? Es claro que no, que las cosas siempre han sucedido, suceden y sucederán como el gobierno lo desea, y no hablamos del presidente, quien sea que se encuentre en el poder solo es un títere que personas con mayor poder en el país manejan a su antojo y conveniencia.
¡Toda esta situación es verdaderamente irritante! Irrita que hagan tanta pantomima si al final nos impondrán a la detestable persona que deseen y que mejor se preste para seguir tranzando al país, irrita que elijan al más tonto ser para gobernar el país y para representarnos frente a otros, irrita que nos quieran ver la cara de idiotas y sigan desperdiciando el dinero del pueblo en burdas campañas que simplemente son un desperdicio.
Realmente nos da pena que el tema político se maneje así en México y sobre todo que haya gente que aún cree que sí tiene voz y voto al momento de elegir un gobernante, que sí cambiarán las cosas; porque está claro cómo es la situación, la típica “le entras o le entras”, claro ejemplo: Luis Donaldo Colosio, quien terminó muerto por sí querer un mejor país antes que engordar sus bolsillos y favorecer a los que están detrás del presidente.