No importa que sean mujeres u hombres, seguramente alguna vez en su vida, si es que utilizan con frecuencia el Sistema de Transporte Colectivo Metro, fueron testigos o víctimas de algún pervertido o pervertida, ¿no? Así que acompáñenme a ver esta irritante y triste historia…

Hace tiempo no se escuchaba o leía tanto sobre el acoso en el transporte público, y a ciencia cierta, no estamos seguros si es porque no era tan evidente o no sucedía tanto o simplemente un poco de ambas; lo que sí es que el metro de la CDMX, se ha convertido en un medio de transporte totalmente inseguro en este sentido, tanto para mujeres como para hombres, ¡esa es la realidad!

El respeto hacia nuestros semejantes es algo que todos deberíamos tener muy presente, y llevar a la práctica todos los días, o es al menos lo que la mayoría creemos, entonces ¿qué es lo que pasa por la mente de las personas que, sin más ni menos, se atreven a faltar al respeto a otros, de esta forma?

Esta problemática va desde quienes realizan actos impropios del lugar, como llegar a la actividad sexual con pareja o sin ella, sin importar que es un lugar público, hasta acosar sexualmente a alguien más, que también está haciendo uso de este servicio.

Quizá la tecnología ha ayudado a evidenciar estos casos, ya que hoy en día es muy fácil sacar un dispositivo móvil con cámara, para que todo acto quede plasmado y sea compartido a través de Internet, cuantas veces sea posible, aunque no sirva de mucha ayuda para probar y castigar a los degenerados protagonistas (típico).

Y pese a que cada día hay menos mujeres que callan algún ataque, la cifra de aquellas que prefieren no decir nada sigue siendo muy elevada, es importante que todos denuncien si son víctimas o testigos de una situación así, es verdaderamente irritante que se queden callados, que nadie haga algo.

Pero el acoso sexual no es una exclusiva en contra de las mujeres, también los hombres sufren de él, y el tabú para reconocerlo o decirlo, es incluso mayor, porque la mayoría no les creen o piensan que ellos “sí lo disfrutan” y también irrita que nadie haga algo; el  acoso es un delito, sea hacia la mujer u hombre, y se debe castigar.

Recuerden que la forma de ser, vestir o actuar, no es justificación alguna para el acoso, todos merecemos el mismo respeto, pero si las autoridades no comienzan a hacer lo que es debido, la gente optará por aplicar justicia por propia mano, y aunque esa no es la respuesta, ¿qué más podría hacerse?

@LosIrritantes