En México tenemos varias fechas históricas, fechas que año con año recordamos con un sabor dulce y otras tantas con amargura, el 2 de octubre de 1968 es una de ellas, porque marcó la historia del país, pero hoy en día podríamos sentir que no la ha cambiado como quisiéramos.
Queremos creer que la mayoría conoce lo que sucedió aquel trágico día, pero por si las moscas, haremos un pequeño recuento de los hechos, que aunque han pasado 49 años, siguen vigentes y seguirán por más décadas, son recuerdos que irán pasando de generación en generación, aunque no hayan estado ni cerca de poder vivirlos.
Todo comenzó en la mencionada fecha, con un mitin que realizaron miles estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas, ubicada en Tlatelolco; con el objetivo de que, el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, conociera su pliego petitorio de seis puntos:
- Libertad de todos los presos políticos.
- Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal (que regulaba los delitos de disolución social).
- Desaparición del cuerpo de granaderos.
- Destitución de los jefes policiacos Luis Cueto y Raúl Mendiolea, quienes eran entonces jefe y subjefe de la policía.
- Indemnización a las víctimas de los actos represivos, ocurridos con anterioridad.
- Deslinde de responsabilidades de los funcionarios involucrados en actos de violencia contra los estudiantes, y establecer un diálogo público entre autoridades y el CNH para negociar las peticiones.
Contextualizando, durante 1968 varios movimientos surgieron en diferentes partes del mundo y México no fue la excepción; aquí se originó un movimiento estudiantil, un frente formado por la UNAM y el IPN, incluidas la mayoría de los colegios de niveles medio y superior, que demandaba democratización y derechos civiles. Esto a raíz de la intervención y represión militar y policial dentro de las instituciones, así nació el Consejo Nacional de Huelga (CNH).
El PRI era entonces el partido que estaba al mando, y en 2006 se responsabilizó a Luis Echeverría, quien era secretario de Gobernación, como preparador de la matanza de Tlatelolco y fue sentenciado a prisión domiciliaria, tres años después absolvieron los cargos.
Pero lo verdaderamente lamentable es que, a pesar de todos los estudiantes que murieron abatidos aquel 2 de octubre, la situación en México no ha cambiado mucho para bien, y para mal, pues está el caso Ayotzinapa, por mencionar un ejemplo.
Es irritante que mucha gente no se preocupe por conocer lo que ha acontecido en México, bueno o malo, que no tome como ejemplo este tipo de luchas para mejorar la situación socio-política, pero es todavía más irritante que el gobierno sea capaz de seguir cometiendo este tipo de atrocidades, aunque tal vez no tan descaradamente.
¿Creen que sigue siendo un asunto sin resolver? Al menos estamos seguros de que: ¡el 2 de octubre no se olvida y nunca se olvidará!