Hace muy poco sufrimos un terremoto, que si bien no fue tan grave como el del 85, sí dejó varios daños, muchos irreparables, otros con solución, aunque tardía; entre los derrumbes que este ocasionó, nos causa extrañeza que varios de esos edificios no tenían mucho tiempo de haber sido construidos, y aún así colapsaron.

Eso nos pone a pensar, ¿qué hay detrás de todo eso?, ¿cómo es posible que edificios con poco tiempo de construcción, hayan sido los más afectados, que hayan quedado inhabitables o de plano hayan colapsado?, incluso escuelas (Colegio Enrique Rébsamen), donde la directora tenía su casa construida. ¡Qué demonios!

¿Por qué México decidió rechazar la ayuda para inspección, por parte de Suiza? ¿Algo que ocultar acaso? Por supuesto que sí, bien sabemos que las empresas constructoras hacen todo para ahorrar la mayor cantidad de dinero posible, pero a costa de qué, de la vida de personas inocentes, claro, porque así son las cosas en este país, siempre ven por sus propios intereses y después el bienestar común, ¡típico!

Bien podemos recordar los casos de los socavones, el primero de ellos el del Paso Express en Cuernavaca, en el que murieron dos personas, además porque no fueron rescatadas a tiempo, la mala construcción, que además ya había sido notificada previamente, y el ahorro en materiales, provocó que, gracias a las condiciones climáticas de la temporada (lluvias), la tierra literalmente se abriera, se hiciera un enorme hoyo, que le costaría la vida a gente inocente.

Es imposible evitar un desastre natural, pero haciendo las cosas como debe de ser, se pueden evitar muchas tragedias; después del terremoto del 85, cada construcción debía tomar las medidas necesarias para evitar lo más humanamente posible que los edificios colapsaran, con diversos movimientos telúricos, entonces ahí la responsabilidad sí recae en manos de alguien.

Irrita que la gente que resultó afectada por la desfachatez y avaricia de otros, ahora no tenga dónde vivir; irrita que el gobierno prefiera despilfarrar el dinero en campañas electorales, que en ayudar a la gente, de la cual necesitarán después, para poder “cantar victoria”; irrita que con la poca ayuda que hay, aún existan personas que también se aprovechen de ello, recibiendo o vendiendo lo que no les corresponde.

@LosIrritantes