Gran parte de la humanidad se ha caracterizado por acabar con diversas especies del mundo (entre animales y plantas) a costa de su satisfacción propia, lo que es lamentable y muy irritante.
Estamos arrasando con el mundo, e incluso hay gente que conoció cosas que ahora no existen, y nosotros extinguiremos otras, que generaciones posteriores no conocerán, y la cadena seguirá hasta que de plano no haya nada qué conocer ni gente para apreciar, siquiera el aire de este planeta.
Así, de entre todo eso, sale a flote el Totoaba, un pez endémico del Alto Golfo de California, del país que, desde hace un buen tiempo (décadas), lo caza furtivamente ya que, al parecer, tiene capacidades afrodisíacas y medicinales, ¡típico!
El precio de esta especie es aún mayor que el de la cocaína, en China su vejiga natatoria es muy codiciada, ya que se cree que, cocinada en sopa, tiene propiedades afrodisíacas, medicinales y regenerativas; qué locura, ¿no?
Dicha situación de sobreexplotación, pesca ilegal y más, llevó a la casi extinción de este pez, al igual que sucedió con la vaquita marina, por lo que en el país se dieron a la tarea de rescatar ambas especies (¡vaya, algo bueno!).
Irrita que especies únicas en México, se vean en peligro por la corrupción y los malos manejos, por realizar pesca ilegal que, seguramente no estaba por tan «debajo del agua», como siempre ocurre con todo lo que va en contra de la ley, sucediendo en las narices de las autoridades, y ellas pasándolo por alto, simplemente porque les conviene no decir nada.