La programación televisiva en México siempre ha sido un tema que ha dado para hablar, principalmente por lo mala que es, pero también porque a pesar de ello, la audiencia de las principales televisoras es muy alta.
El porcentaje de la población que considera que la televisión mexicana es mala no es muy alto, pero sí como para que los números de audiencia, arrojen que esas dos grandes televisoras, que dominan el medio (Televisa y TV Azteca), sean siempre las que salen beneficiadas.
Por eso nos preguntamos si eso tiene sentido, si la gente aún consciente de lo que le ofrecen es malo, prefiere consumirlo, en lugar de enfocar su atención en algo más productivo, porque “es lo que hay”, lejos de exigir y obligarlos a ofrecer contenidos con mayor calidad.
En México, la gente considera que la calidad de la TV abierta, es tres veces más mala que la de la TV de paga, pero aún así, la abierta es la que sigue teniendo mayor cantidad de espectadores; esto quizá podría justificarse diciendo que por una no pagan, pero al no pagar, no quiere decir que debes conformarte con cualquier bazofia, ¿o sí?
Siempre lo mismo, una barra de telenovelas desde las 18 horas y así hasta casi las 23, durante la mañana puros programas revista, en lo que se ven los mismos temas, las mismas dinámicas; es decir, una televisión rutinaria que no te aporta nada más que lo que ellos creen, y quieren hacernos creer que es divertido.
Irrita que la gente no sea capaz de buscar un cambio, ni en ese aspecto; que no decimos que esté mal ver chismes, telenovelas y deportes, lo que está mal es que sea todo el tiempo y que su mente no busque ni se interese por contenidos más interesantes, más allá de lo que ofrece la televisión mexicana.