La violencia e inseguridad en México, lejos de ir disminuyendo como asegura el gobierno que lo ha logrado, ha ido en aumento, tanto que ha llegado a las zonas más turísticas del país, situación que está ocasionando que los visitantes nacionales y extranjeros huyan para evitar cualquier riesgo innecesario.
Balaceras, muertes, etcétera, lamentablemente no es una situación nueva en el país; si bien “estamos acostumbrados” a saber de este tipo de noticias, no son acontecimientos que nos gustaría vivir en carne propia y mucho menos cuando estamos vacacionando, ni en México ni en ninguna parte del mundo, ¿o no?
Entonces suena bastante lógico que los turistas ya no prefieran los destinos mexicanos, por temor a que les suceda algo, ya que en lugares en donde no se conocían este tipo de actos, ahora suceden, pueden leerse y no es para nada agradable.
Incidentes en playas con gran afluencia turística como Palmilla en Los Cabos o Playa del Carmen, en Quintana Roo, está ahuyentando a la gente que, en algún momento pudo desear visitar dichos lugares; ¿quién en su sano juicio pondría su vida en riesgo, de esa forma?
Irrita que hasta el sector turístico se esté viendo afectado por la violencia e inseguridad que hay en el país, irrita que nuevamente las autoridades y el gobierno sean incapaces de poner un alto a esta ola de delincuencia, irrita que, ni estando de vacaciones, podamos estar seguros y disfrutando de algo tan hermoso como lo es nuestro país.
¿Estarían dispuestos a viajar a un sitio en el que la violencia se está saliendo de control? ¡Nosotros tampoco!