La inflación en México cerró 2017 en su mayor nivel en 17 años, impulsada por el incremento en el precio de bienes y servicios como el jitomate, el transporte aéreo, la gasolina de bajo octanaje y el gas doméstico, entre otros productos, durante el último mes del año.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor, presentó un crecimiento mensual de 0.59% durante diciembre pasado, con lo que la inflación anual llegó 6.77%, la tasa más alta desde mayo de 2001, cuando se reportó un alza anual de 6.95%, y la más alta para un cierre de año desde el 2000, que fue de 8.66%
Ahora, la inflación se desaceleró en los primeros 15 días del año, debido a efectos aritméticos, porque esta vez no hubo gasolinazo al arranque de 2018, lo que favoreció la comparación con el mismo periodo de 2017.
«La desaceleración se produjo debido a los efectos aritméticos positivos que resultaron de la comparación del índice de precios del mismo periodo de 2017, cuando los precios se vieron presionados al alza, como producto del incremento en el precio de las gasolinas’’, explicó la directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
Según un sondeo de Reuters, esta desaceleración continuó en la primera quincena de abril y se debió a una reducción de tarifas de electricidad por subsidios y una caída en precios de algunos productos agropecuarios.
La mediana de los pronósticos de algunos especialistas, arrojó una tasa del 4.77% para la inflación quincenal interanual, frente al 4.90% de la segunda mitad de marzo.
De confirmarse la cifra, sería la lectura más baja para la inflación desde el 7.71%, que registró la primera quincena de febrero del año pasado.
En la quincena, los precios habrían descendido un 0.27%, mientras que para el índice subyacente la mediana de las proyecciones arrojó una tasa del 0.08 %.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), difundirá este martes el comportamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor, durante la primera quincena de abril.