México ganó el partido contra Alemania, en Rusia; millones de aficionados mexicanos creyeron en la fuerza de su país, gracias a eso. ¿Será que el fútbol es una manera de engañarlos para que crean que todo está bien?

En México hay una muy delgada línea entre el fútbol y la política, que en ocasiones casi resulta imperceptible. Hace unos días, 300 cuencas hídricas, de 756 del país, en 20 estados, a disposición de transnacionales e intereses privados, se privatizaron.

Ambientalistas rechazaron el levantamiento de vedas en 300 cuencas hídricas del país, y denuncian que el objetivo es beneficiar grandes intereses privados y megaproyectos. El anuncio de los decretos privatizadores los hizo Peña Nieto en la CDMX, donde estuvo acompañado del Secretario de Medio Ambiente, Rafael Pacchiano y el director de CONAGUA, Roberto Ramírez de la Parra.

Todo esto justo en las vísperas del primer partido de la Selección Mexicana en Rusia, y con todos los ojos puestos en el Mundial. No es la primera vez que el gobierno se aprovecha de la fiebre del mundial o en general de algún partido, para darle pie a reformas.

Todos recordaremos esa vez que los capitalinos festejaban en el Ángel de la Independencia la clasificación de la Selección Mexicana al Mundial de Sudáfrica 2010, tras golear 4-1 a su similar de El Salvador; la noche del 10 de octubre de 2009, el entonces presidente Felipe Calderón firmó el decreto de extinción de Luz y Fuerza del Centro, por lo que militares y policías federales ocuparon las instalaciones, con esto varios trabajadores electricistas se quedaron sin empleo.

Y como este hay varios ejemplos, parece que al gobierno le encanta aprovechar el momento en el que nadie ‘’está viendo’’.

@LosIrritantes