Probablemente los mexicanos, cada vez más indignados ante la forma absurda en que funciona este país, nunca se imaginaron ver la reivindicación de una figura tan apocalíptica como lo fue y es Elba Esther Gordillo.
La ex-lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) era, hasta hace unos meses, el retrato del cinismo y la corrupción, encerrada en un penal de alta seguridad y sin aparente posibilidad de salvarse de la ley.
Hoy, como por arte de magia, Elba Esther está de vuelta en las calles y en la política. Pese a haberse demostrado que desvió millones de pesos del sindicato y cometió montañas de sucias fechorías, la corrupción pudo más para sacarla de prisión y reivindicarla.
Ahora hay quienes piden que Gordillo regrese al sindicato y hasta que le pidan disculpas por todos los años que su enorme fortuna se pudrió en el banco, sin que ella pudiera utilizarla.
Sucedió con Salinas y ahora con Elba Esther, y es una demostración de que la justicia mexicana es una payasada, un buen chiste para quienes tienen el poder en sus manos y hacen de la ley lo que les conviene.
La Procuraduría General de la República (PGR) mantiene una investigación abierta en contra de este famoso personaje, aunque parece ser que la sociedad mexicana poco a poco irá olvidando todos sus crímenes, y no tarda en hacer un monumento a su bondad.
Ya hablando en términos más ficticios, estamos en la parte de la saga que retrata el regreso del monstruo, ese capítulo de la historia en que la bruja se pone la máscara de buena y bonita para engañarnos, teniendo bajo su ropa el cuchillo con el que luego asesinará al protagonista.
¿Recuerdan el regreso de la noche de los muertos vivientes? Pues sí, Elba Esther también está de regreso y llegó para quedarse…