La delincuencia está tan desatada en México que los ciudadanos están tomando la justicia en sus manos, haciendo linchamientos, venganzas e investigaciones por su cuenta, y sin ayuda del gobierno.
De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, en los últimos 26 años, en México, se han registrado por lo menos 366 linchamientos en diferentes Estados, principalmente en la zona centro-sur del país.
En la mitad de los casos de linchamiento, las personas cometieron el delito de robo, un 16% atropellaron a alguien o tuvieron un accidente de tránsito, y un 7% fueron acusados de cometer violación, asesinato o secuestro.
Y aunque el promedio en esos 26 años es de 16 linchamientos por año, en el país se han presentado picos en ciertos momentos. De acuerdo con el Observatorio Nacional Ciudadano, los linchamientos ocurren porque la gente no tiene confianza en las autoridades, por lo que deciden tomar justicia por propia mano. Esta falta de confianza en las autoridades, dificulta que las personas decidan entregar a quienes acusan de cometer un delito.
Los linchamientos están prohibidos en México, sin embargo, castigar estos actos de ‘justicia’ es complicado porque, al cometerse en grupo, es difícil identificar a quién participó en ellos.