No es un prejuicio, no son ideas “feminazis” y menos aún se trata de un plan con maña para que todas se vuelvan lesbianas. Estudios científicos han analizado y comprobado que los hombres son más sucios que las mujeres, sus medidas de higiene son mucho menos estrictas y para rematar no se lavan las manos cuando van al baño.
Antes las mujeres tenían que soportar a las parejas que les tocaban, sin importar si eran sujetos sucios, groseros o malhumorados, o incluso si les apestaba la boca. Pero en pleno siglo XXI y gracias a estos datos, ellas pueden ser mucho más exigentes antes de llevarse algún ejemplar al plato.
En México, los hombres no son ejemplo de limpieza, la mayoría eructan en voz alta, escupen y se tiran gases si como por ello les pagaran. Y cuenta la leyenda, gracias a una nota viral del portal Buzzfeed, que tampoco limpian su trasero cuando van al baño.
No, no es una mala broma, este sitio en Internet recopiló comentarios de muchas mujeres que afirmaban haber descubierto a sus parejas hombres con el trasero sucio, literalmente.
Si esto es así a nivel mundial, ¿qué se puede esperar de los hombres mexicanos que además suelen, en su mayoría, justificar todo con su machismo y su hombría venida a menos?
Finalmente todo habla de hábitos que se aprenden en casa y si ellos son tan sucios, seguro es porque sus madres no les enseñaron a ir por el mundo sin dejar rastros de peste.
A este paso, seguro en un futuro no muy lejano, los matrimonios entre hombres y mujeres van a desaparecer. Por un lado ellas, empoderadas con la libertad que les otorga el siglo XXI, serán cada vez más exigentes con los ejemplares que elijan como pareja, mientras ellos, quizá se extingan por padecer enfermedades como la peste negra o el prurito anal, como consecuencia de una higiene poco adecuada.