Para nadie es un secreto que las playas de México están tan contaminadas como un escusado público de la CDMX en domingo. Y es que el desarrollo turístico no ha ido de la mano con la ecología y es bien sabido que la mayoría de los hoteles en la costa tiran sus residuos directamente al mar.

Ya sé, suena horrible, pero cada vez que vamos a la playa nadamos en litros y litros de desecho fecal que llega en drenajes al océano, sin que hasta este pleno siglo XXI a alguien se le haya ocurrido pensar que eso es un verdadero ecocidio.

En abril de 2019 la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) reveló una lista con las 10 playas más contaminadas de México, entre las que se encuentran algunas tan populares como Hornos, en Acapulco, y algunas en Isla Mujeres y Puerto Escondido, Oaxaca.

La razón para lo anterior es que la cantidad de residuos fecales por litro de agua supera los estándares permitidos, lo que puede ser un riesgo para la salud de quienes ahí vacacionen.

Sí, suena asqueroso, pero qué se hace en un país donde la ecología no parece ser un tema relevante y el dinero de las grandes compañías turísticas priva por encima de cualquier otra cosa, incluso de la salud.

@LosIrritantes