No cabe duda que los mexicanos somos expertos en consumir basura, aquí nos comemos todo lo que otros países no quieren y hasta hacemos fiesta cuando nos regalan sus desechos.
Uno los “cantantes” más escuchados en México últimamente es el famoso Maluma, un colombiano a quien su mamá lo engañó diciéndole que tenía talento. Claro que gracias a la ignorancia de los mexicanos este sujeto ha roto récords de vistas en YouTube y suena en absolutamente todas las estaciones de radio, aún cuando todas sus canciones suenan exacto igual, tienen el mismo tono y sólo cambian de una frase sin sentido a otra peor.
Probablemente en ningún otro país del mundo, ni siquiera en Colombia, le estén haciendo caso a ese sujeto tanto como en México, donde además ya se le ha visto en todos los canales de televisión, programas de revista y toda clase de “telebasuras” que aquí nos encantan.
Maluma no es el primero, antes ya vinieron muchas otras figuras musicales deleznables, productos de la decadencia de la industria que viven de ritmos pegajosos, letras que no dicen nada, bailes sensuales y muchachas de clase popular que escuchan eso porque no tienen acceso a nada mejor.
Claro que México es un país libre y cada quien puede escuchar lo que le venga en gana, pero si revisamos qué es lo que está de moda últimamente podemos ver una relación directa con el bajo nivel educativo, la ignorancia generalizada y hasta los altos niveles de violencia que se viven en todos los sectores sociales de México.
No sólo es la música, la televisión, el cine y el Internet también están llenos de la porquería que consumimos los mexicanos, cada vez más primitivos, carentes de reflexión y presas fáciles de la manipulación.
Por cierto que el famoso Maluma ya ha anunciado que sacará un documental sobre su vida, donde contará cómo ha sido el camino de su enorme y brillante trayectoria como artista, promotor de la cultura y figura importante de la música internacional.