Dicen por ahí que “la ocasión hace al ladrón” y los mexicanos somos el ejemplo perfecto de que es verdad. No es que en México haya muchos criminales, es que culturalmente estamos acostumbrados a aprovechar cualquier oportunidad para robar, estafar o sacar ventaja de alguien más, y lo peor es que es una actitud totalmente aceptada.

En México hay casi 120 mil policías, pero los índices de criminalidad indican que debería haber más del doble. Irónicamente, en países donde la violencia y la delincuencia son mucho más bajas, casi nulas, hay muchos menos policías y los que hay no van armados.

El problema de la delincuencia en México no es un problema de policías o de instituciones, es problema cultural. ¿Cómo estamos educando a los mexicanos, que son ladrones, extorsionadores, asaltantes, secuestradores, vendedores de droga y asesinos?

El asunto ni siquiera tiene que ver con la pobreza, pues difícilmente alguien mata a sangre fría para comer. Es un problema educativo y de resentimiento social acumulado por generaciones, algo que no podrá ser resuelto por ningún presidente, partido político o policía por más capacitación que reciba.

La delincuencia no está necesariamente en las grandes esferas o en los núcleos de poderosos capos, está en todos los que no respetan señales de tránsito, los que no pagan sus deudas, los que se van de los tacos sin pagar, los que roban chicles en las tiendas y todos aquellos que no respetan la ley porque creen que no pasa nada.

Si como ciudadanos no somos honestos con las cosas sencillas de la vida diaria, no podemos pedir que afuera los demás nos respeten, no nos roben y no rompan la ley igual que nosotros lo hemos hecho.

Los mexicanos solemos criticar al gobierno en turno, sin importar cuál sea, porque pensamos que no hace su trabajo, que roba y que no se interesa por nuestras necesidades. Y es verdad, el tema aquí es que su comportamiento es directamente proporcional al nuestro, el gobierno no es honesto porque nosotros lo somos y es de tercer clase porque nosotros somos ciudadanos de tercera clase también.  

@LosIrritantes