
El asunto de la sobrepoblación ya va mucho más allá de una estadística o un nombre rimbombante, las consecuencias son cada vez más visibles y las experimentamos todos los que estamos en este mundo en pleno siglo XXI.
Actualmente hay más de 7 mil 500 millones de seres humanos en el planeta, razón por la cual hace años que estamos en escasez se recursos, es decir, somos tantos que consumimos mucho más de que lo podemos producir y estamos dejando a la Tierra en un déficit peligroso.
En México hay 120 millones de personas y de ese número casi la mitad vive en condiciones de pobreza, o sea que no tiene acceso ni siquiera a sistemas públicos de educación o salud.
Y sí, en México también somos demasiados, lo que provoca hacinamiento, desintegración social, violencia y dificultades para conseguir insumos básicos; no es por nada que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más grande e importante de América Latina, sólo pueda recibir al 10% de sus aspirantes, mientras el resto tiene que buscar otras opciones de educación superior porque no hay suficientes lugares.
El problema de fondo es que los mexicanos seguimos arraigando dentro de nosotros la absurda creencia de que hay que tener hijos para ser felices y “normales”; en países desarrollados y con buenos niveles económicos, la población ha decrecido porque hay una conciencia profunda sobre los problemas del planeta y también sobre la necesidad de traer mejores seres humanos, siendo esa una tarea que no debe tomarse a la ligera.
Pero en México vivimos en la era de piedra en términos de conciencia, no por nada somos el primer lugar mundial en niñas embarazadas; ¿qué nivel de conciencia respecto a formar un ser humano puede tener una niña que no terminó ni la secundaria?
Y todavía peor, viendo la situación nos atrevemos a tener muchos hijos y luego exigirle al gobierno que nos dé, nos provea de educación, salud y servicios suficientes, pero gratuitos porque somos pueblo.
Por supuesto que nos falta entender cómo se vive en el Primer Mundo, en los países más desarrollados la gente no quiere tener hijos primero porque no le interesa, pero más adelante porque es muy costoso, el gobierno exige el pago de seguros médicos privados, impuestos para la crianza y la educación, y un compromiso real de parte de quienes se atreven a traer otro ser humano a este caótico planeta.
Quién viera a los mexicanos teniendo de 3 a 5 bendiciones y luego exigiéndole al gobierno que les regale hasta los zapatos escolares porque no alcanza el dinero. De por sí ya les regalan los condones y no los usan.
Claro que mientras la política en el país siga siendo paternalista los mexicanos no van a entender que la cosa no es tan fácil. Y peor, ahora hay becas para todos, los que estudian, los que no estudian, los que tienen hijos, los abuelitos, los discapacitados, los desempleados, los inútiles y los inadaptados.
Sí podemos achacar al sistema económico asuntos como la desigualdad económica, sin embargo, los hechos son innegables y conocidos por todos, así que si aún con eso decides tener hijos debería ser enteramente tu problema.
@LosIrritantes