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Una empleada de Interjet, de nombre Ximena García, escribió en sus redes sociales que debería caer una bomba en el Zócalo (en supuesta referencia a las celebraciones del 15 de septiembre), pues eso nos haría “un favor a todos”.

Más allá de las múltiples interpretaciones que se podrían hacer sobre el comentario, que pudo no pasar de ser más que una simple broma, el asunto es que la psique social de los mexicanos ya está tan dañada que la apología de la violencia ya ni sorprende, suena a trivialidad y hasta hay quienes están de acuerdo con ella.

Muchos usuarios de redes sociales exigieron a Interjet que retirara a esta mujer y a su amiga, que comentarios después la apoyó, pues podrían representar un peligro para quienes viajan con la compañía.

Y no, a ciencia cierta no tendría que ser tan grave, pero de fondo sí porque representa el odio engendrado en la población, el hartazgo en el que se vive y la bomba de tiempo que crece en la mente de cada mexicano.

Ver cada vez más apologías de la violencia en un país que está entre los más peligrosos del mundo no debería quedar en un chiste, debería ser preocupación de las instituciones y un problema de salud pública en vías de atenderse.

Hay alusiones a la violencia en el cine, la televisión, la música y hasta en los líderes de opinión que promueven actitudes violentas como si fuera un ejemplo a seguir.   Y el problema de fondo es que sí se sigue, pues al menos en los sectores populares y marginados de la sociedad el ideal de los niños y jóvenes es ser narcotraficante, sicario o por lo menos vendedor de piratería.

Quizá la pobre Ximena García estaba aburrida y publicó eso para llamar la atención, quizá es el chivo expiatorio de una empresa que está al borde de la quiebra, o quizá representa un poco el hartazgo de todos los mexicanos que ya no soportan tanta corrupción, violencia y cinismo de las autoridades que no hacen su trabajo.   

@LosIrritantes