
A veces México parece una especie de película de terror, un país post apocalíptico en el que las instituciones han desaparecido e impera la ley del más armado, frente a millones de personas que simplemente sobreviven entre el caos y la desesperación.
Apenas en el primer mes de 2020 el gobierno mexicano estableció una cifra de desapariciones en los últimos 13 años, un hecho histórico porque hasta ese momento no se había emitido un número oficial.
Y no, la cosa no va bien, al menos 60 mil personas han desaparecido desde 2006 en territorio mexicano, incluidos menores, adultos mayores y mujeres de los que hasta hoy no hay ningún rastro.
A este respecto un punto clave son las fosas clandestinas, pues se han encontrado más de 3 mil 600 en la última década, sin que el sistema forense tenga alguna respuesta clara sobre lo que sucede o hacia dónde podrían encontrarse los responsables.
Hace por lo menos dos sexenios, y podrían ser más, que las cifras de desaparecidos van en aumento sin que las instituciones de justicia opten por poner un alto a la masacre. ¿O será que antes sucedía, pero los mexicanos no se enteraban?
Ante el panorama tan complicado y la inoperancia de las autoridades, los ciudadanos en distintos estados se han organizado para buscar a los desaparecidos y han creado brigadas específicas en las zonas de fosas clandestinas.
No hay nada más irritante que ver cómo un país se cae a pedazos sin que los responsables hagan el mínimo por detener la tragedia. Y a pesar de las supuestas detenciones de criminales que se hicieron en los primeros meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), las desapariciones no paran y la violencia está al máximo, como en un sistema que funciona de manera paralela a la justicia institucional en México.
@LosIrritantes