Resulta que la esgrimista que demandó a la Comisión Nacional del Deporte (Conade) por daño moral, luego de no haber ido a la olimpiada de Brasil por un caso de dopaje supuestamente falso, exige 15 millones de pesos en compensación por los problemas causados a su persona.

La realidad es que Paola Pliego, protagonista de toda esta historia, ha generado muchos más problemas a la Conade y a la Federación Mexicana de Esgrima, tras años de estar luchando para que su mamá se quedé con el puesto de presidenta del organismo y haga su santa voluntad con este deporte en México.

Encima se ha llenado la boca diciendo que ella es la mejor esgrimista de México, eso cuando tiene un buen tiempo sin presentarse a las competencias nacionales y ni siquiera posee un buen lugar en el ranking mundial; a diferencia de ella Natalia Botello, originaria de Tijuana, se ubica en los primeros lugares y tiene el título de campeona mundial juvenil.

Imposible olvidar cuando estas dos esgrimistas se enfrentaron en el Campeonato Mundial de Esgrima 2019, Botello representando a México y Pliego a Uzbekistán, país por el que ahora compite porque dice que aquí no le hacen caso.

Para rematar, como Pliego ahora vive en Italia y entrena para Uzbekistán, no se ha enterado de la situación del país.

Alguien debería recordarle que este es el sexenio de la austeridad, hay recortes financieros en todas las instituciones, incluyendo las deportivas, y no se están dando recursos para casi nada.

Encima el 2020 es año olímpico, lo que complica aún más la situación porque el gobierno no ha querido soltar dinero para que las federaciones puedan ir a las competencias de Tokio, Japón, y aún está en duda la participación de México en esas justas.

Y no se debe olvidar tampoco que Conade adeuda sueldos de más de un año a decenas de entrenadores, sólo porque no le ha llegado el recurso del gobierno federal. Y si le llegó, entonces ya se lo gastó.

Incluso Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano, ya ha invitado a empresarios del país a donar dinero a su institución, con el objetivo de que los deportistas seleccionados puedan ir a las olimpiadas.

Irónico es que con toda esta situación, Pliego aún espere que le paguen 15 millones de pesos por romperle su frágil corazón.

Puede esperar, pero que lo haga sentada porque esto va para largo.

@losirritantes