Una de las últimas de nuestro querido presidente, Andrés Manuel López Obrador, se dio en la inauguración de las instalaciones de la Guardia Nacional (GN) en Tepatitlán, Jalisco. El mandatario de México está en una gira nacional inaugurando distintos cuarteles de la GN, donde los integrantes tienen aulas, no sólo para seguir capacitándose en materia de seguridad y combate, sino que ahora también aprenderán límites del uso de la fuerza.
“Tenemos que ser respetuosos de los derechos humanos. Los delincuentes son seres humanos que merecen también nuestro respeto. El uso de la fuerza tiene límites y es básicamente para la legítima defensa. Comentó.

Al igual comentó que se deberá otorgar tiempo para la capacitación, el estudio y la formación, ya que la institución de la GN es para garantizar la paz, pero sin excesos y respetando los derechos humanos. Y les hizo ver a los presentes que los delincuentes pueden ser sus hermanos o primos que se equivocaron de camino, entonces ¿apoco no van a respetar a sus familiares?
Siguiendo con las lecciones de humanismo del presidente, destacó que tiene que mirar a todos los seres humanos por igual y ser muy profesionales para que no se pierdan vidas, tanto de ellos, como de delincuentes. Y les recordó que en su administración se impulsan programas sociales para el desarrollo de la población, para que haya “mejores salarios” y orden.
Recordó que en las guerras “¡no se aniquila al otro, se le cura!”
Y como siempre, volvió al discurso original, mencionando que en administraciones anteriores se buscó imponer un sistema político basado en la corrupción, pero que en su gobierno se está dando una renovación y una purificación de la vida pública nacional.
“Ahora se está llevando a cabo una transformación, una renovación, una purificación de la vida pública. Estamos limpiando la corrupción como se barren las escaleras: de arriba hacia abajo», expresó AMLO.

Parece que este gobierno está más a favor de los delincuentes que de las víctimas, cuántas veces no escuchamos que salen de la cárcel muchas personas acusadas por robo, extorsión, secuestro, etc. Sólo por supuestas “irregularidades” a la hora de hacer la declaración de los hechos.
Antes que pensar en los derechos humanos de los delincuentes, se debería de pensar en endurecer y especificar bien las leyes, para que a partir de lo que se le acuse a la persona detenida, se le expresen los derechos que aún le quedan después de haber cometido un delito.
Fuente: El Universal