Hace algunos días se desató una controversia porque el gobierno de la 4T dio la orden de retirar algunos monumentos o estatuas para su limpieza, y de inmediato se comenzó a especular que se pretendía quitar algunas estatuas de personajes que ellos consideraban genocidas, esclavizadores o pseudo héroes.

Recordemos que “estatuas de personajes como Cristóbal Colón, Leopoldo II, Edward Colston, Sebastián de Belalcázar, Robert E. Lee y Henry Wyatt han sido decapitadas, pintadas con aerosol, derribadas por completo o retiradas en Estados Unidos, Bélgica, Colombia, Chile, Argentina y Bolivia, bajo el argumento de que fueron genocidas o esclavistas”.

Alfredo Ávila, historiador de la UNAM, afirma que ““el derribo de estatuas y monumentos no atenta contra la historia, sólo la continúa porque la historia es “un relato sobre el pasado”; sin embargo, señala que estas acciones sí atentan contra una versión del pasado e implican riesgos porque afectan piezas de valor artístico”. Sin embargo, recordemos que muchas de las cosmovisiones de “arte” o “artístico” son cánones europeos que siguen hasta la fecha imponiéndose.

Por otro lado, Aldo Fabián Hernández, sociólogo y profesor de Arte y Patrimonio Cultural de la UACM, “sostiene que atravesamos por un momento en el que se confrontan las verdades dominantes de un periodo, a través de expresiones como el retiro de monumentos”.
Sin Embargo, el antropólogo Bolfy Cottom coincide con Ávila, ellos piensan que “derribar estatuas es una reacción contra determinados símbolos y testimonios, porque hay sectores de la sociedad que sienten que hieren su presente”. En consecuencia, los monumentos no debieran ser vistos como objetos corrosivos, porque son testimonios de procesos sociales y una fuente de conocimiento.
Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/cultura/retiro-de-monumentos-hacia-una-historia-hegemonica