La muerte es un fenómeno inevitable que ha acompañado al ser humano a lo largo de su historia, pero cuando un pequeño muere y es utilizado su cuerpo como un objeto, nos replantea los valores y el respeto que le damos a la vida.
La historia termina con un cuerpo de un bebe en un basurero del Centro de Readaptación Social (CERESO) de San Miguel, Puebla. El bebé se llamaba Tadeo, presentó problemas intestinales, por lo que el 5 de enero de 2022 falleció en un hospital de la Ciudad de México. Un día después, “el 6 de enero, el pequeño Tadeo fue sepultado por sus padres en un panteón ubicado en la alcaldía Iztapalapa, en la Ciudad de México”.

Nadie sabe cómo llego el cuerpo ahí, no se sabe quiénes extrajeron el cuerpo de la tumba, ni cómo lo trasladaron y con qué intención, sólo se conoce que, “La Fiscalía General del Estado de Puebla dijo en un comunicado que los 19 funcionarios detenidos, entre los que se incluyen directivos de Centro de Reinserción Social (CERESO) de San Miguel, ubicado en la capital de la entidad, serán procesados por la introducción del cuerpo del menor dentro del penal”.
Y aunque ya entregaron el cuerpo de Tadeo para volver a ser enterrado, las autoridades no han sido claras con los culpables, sólo se anunció la destitución del secretario de Seguridad Pública y el subsecretario de Centros Penitenciarios del estado de Puebla, como si con estos actos protocolarios se diluyeran las culpas y se aclarara toda la incertidumbre y el dolor que vivió la familia de Tadeo.

https://www.dallasnews.com/espanol/al-dia/mexico/2022/01/25/bebe-muerto-tadeo-penal-puebla/
@Losirritantes