La música excesivamente alta un lunes por la madrugada, una filtración que se escurre por el baño del departamento de arriba, la mascota del que vive al lado que ladra desde las cinco de la mañana, son acciones con las que muchas veces inician conflictos vecinales que no siempre terminan de la mejor manera.
Lo ideal es lidiar con ellos de manera asertiva pero no agresiva, así que comienza pidiéndoles amablemente que sean más conscientes de sus acciones. Si ser amable no funciona, entonces deberás tomar medidas más drásticas como hablar con un abogado o llamar a la policía.
Lo mejor es tratar de llevar las cosas de buena manera; aquí te dejamos algunos consejos para lograr tender una buena convivencia con tus vecinos.
Habla con tus vecinos para que sepan lo que está sucediendo, aunque pienses que tu incomodidad es muy evidente, si no hablas con tus vecinos para avisarles de la situación es muy probable que ellos ni se den cuenta de que son molestos. Mientras tú te quedas callado y esperas a que la situación estalle, ellos viven tranquilamente, no asumas que ellos hacen esto a propósito, solo toca su puerta, preséntate educadamente y hazles saber del problema.
Elige tus batallas, no les des a tus vecinos una lista de los problemas que quieres que solucionen; eso no les caerá bien, averigua cuáles son las cosas que puedes aceptar y las que no y luego habla con tus vecinos, solamente sobre las cosas que realmente te molestan. Cuando hayas solucionado los problemas más importantes, puedes hacerte cargo de los pequeños en otro momento o simplemente aceptarlos y seguir adelante con tu vida.
Realiza un seguimiento a la situación, dales a tus vecinos una cantidad razonable de tiempo para que resuelvan el problema, unos días si es algo pequeño o más si les pides algo complicado, como arreglar la apariencia de su casa. Si no hicieron un esfuerzo para resolver el problema, a pesar del tiempo fijado, realiza una visita corta para recordarles la situación, en caso contrario, agradéceles por el esfuerzo que han realizado y llévales un pequeño regalo, como algún alimento o un objeto pequeño, para que se sientan felices de haber resuelto un problema.
Busca la ayuda de tus otros vecinos, esta es una buena idea si los vecinos malos no muestran signos de cambiar. Si hay un problema que te afecta considerablemente, entonces es muy probable que este problema también afecte a los demás vecinos en la cuadra, el condominio o el edificio. Habla con tus otros vecinos para averiguar si también les molesta el problema y si quisieran firmar una petición dirigida a los vecinos problemáticos.